La instalación de un sistema de este tipo cuesta entre 7.000 y 24.000 euros, pero se amortiza a medio plazo vía consumos
El verano está al caer y, durante los meses que dure –y más aún con las condiciones climáticas actuales- nos va a hacer falta echar mano del aire acondicionado, que gasta tanto o más que la calefacción. Además de las placas solares, que permiten reducir el gasto, existen otros sistemas que harán que nuestro dispositivo de climatización sea más eficiente. Uno de ellos es la aerotermia.
¿Cómo funciona?
La aerotermia aprovecha la energía del aire para proporcionar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria de forma eficiente y sostenible. En invierno, comprime aire exterior para transferir el calor de este al interior de la vivienda. Luego, enfría el circuito mediante una válvula. En verano, transporta el calor del interior al exterior usando exactamente el mismo circuito, pero en modo reversible, invirtiendo el proceso. De entre los actualmente disponibles, la aerotermia destaca por su eficiencia, que ha sido reconocida incluso por la UE. De hecho, en la Directiva 2009/28/CE, la Comisión Europea indica que las bombas de calor “cuya producción supere de manera significativa la energía primaria necesaria para impulsarlas” serán consideradas incluso “fuentes de energía renovables”.
Cómo nos hace ahorrar
La aerotermia presenta varios tipos de ahorro combinados entre sí: el energético y el económico. Su eficiencia, que supera el 600% según los expertos, hace que para obtener una frigoría o una caloría se consuma solo una cuarta parte de la energía que exige una caldera de combustión. Para obtener una frigoría (frío) o caloría (calor), la aerotermia consume aproximadamente un 25 % de la energía que requiere una caldera de combustión. Estos ahorros en consumo se trasladan, por supuesto, a la factura. De entrada, con estos sistemas se cubren las necesidades de calor, frío y agua caliente sanitaria y, aunque el coste de instalación no sea económico (depende de cómo sea la vivienda y el sistema va desde los 7.000 a los 24.000 euros), la inversión se amortiza. Algunas compañías, como es el caso de LG, ofrecen hasta calculadoras que permiten concretar cuánto se ahorra.
Fuente: elnacional.cat